con tanto frio
todos los golpes viejos
me están doliendo
José Manuel Rodríguez
(La Habana, Cuba)
con tanto frio
todos los golpes viejos
me están doliendo
José Manuel Rodríguez
(La Habana, Cuba)
El conductor
le dice algo al caballo
Frío nocturno
Meisetsu
El sentido de esta estrofa está en su misma vaguedad, en las palabras misteriosas dirigidas al caballo, y la relación aún más misteriosa entre este lenguaje equino y el frío de una noche otoñal. El jinete le dice algo al caballo, nada sentimental, apenas algo que tiene relación con el trabajo, pero eso basta para sentir el parentesco entre ambos: el hombre, mitad animal; el caballo, en parte humano.
Ayer se celebró en Cuba el Día del Educador. Tuve la alegría de recibir este mensaje de Mizu y Hana, dos amigas que participan en el Foro de Haiku del Periódico Vanguardia. Estoy muy lejos de merecer esos elogios, pero la verdad es que me estimulan a seguir en la misión de promover la práctica del haiku por estos lares. Gracias.
***
Está en la Naturaleza
desde el árbol a la flor,
sonido, aroma, color,
todo un mundo de belleza;
y no es menos la maleza,
una rana o un insecto,
no hay exceso ni defecto
y hasta en la hierba sin nombre
encuentra el alma del hombre
un Universo perfecto.
Poner en solo tres versos
con diecisiete sonidos
lo que captan los sentidos
en un entorno diverso;
un magnífico universo
nos enseñas, los parajes
que aprehende el alma, paisajes,
con tus palabras de sabio,
y por eso Jorge Braulio
te rendimos homenaje.
Gracias por el tiempo, el saber y la poesía,
cariños de Hana y Mizu
Temporada invernal
Una joven ramera
raspa el hollín de un cazo
El suelo congelado, las hierbas marchitas, la desaliñada y chabacana vestimenta de la mujer, el áspero chirrido de la mugrienta olla, por la armonía que tienen en su fealdad, se elevan al reino de lo significante. La juventud de la mujer resulta un contrapunto: su atrofiada y discordante belleza hace más profundo el patetismo armonioso del todo.
Vienen noticias del atroz invierno,
las traen veloces hojas amarillas,
dicen que pasa el frío las orillas
de la piedad, soplando del averno.
Que el norte salta de la luna el cuerno,
que los navíos crujen en astillas
y que las desoladas maravillas
no tienen fin, o puede que uno eterno.
Este es el tiempo de no hacer derroche
y avivar la memoria de la hoguera
viendo que todo va color de muerto.
Pues el invierno es amo de la noche
y la tiniebla arrecia y ya no espera,
si es preciso soñar, soñar despierto.
Eliseo Diego
(Cuba, 1920-México 1994)
La lámpara de al lado
ilumina
al plátano
Shiki
La mata de plátano se yergue en la oscuridad. Repentinamente, abren una puerta en la casa del vecino y el plátano se ilumina. Las grandes hojas verdes, translúcidas, se llenan de luz, como si ellas mismas fueran luminosas. El poeta, el plátano y la casa del vecino entran en una nueva relación totalmente inesperada, cuyo resultado es la estrofa precedente.
La verde sombra
del plátano
en el biombo de papel
Shiki
Las sombras de los objetos no tienen color, pero las anchas hojas del plátano son translúcidas y su reflejo colorea el papel blanco-lechoso con un matiz verde tierno.
Se apaga la linterna del jardín
¡El sonido del viento
que sopla entre los plátanos!
El viento está soplando con violencia, y la luz en la linterna de piedra, en el jardín, se extingue repentinamente. Cuando el poeta mira la oscuridad, toma conciencia de la velocidad del viento a través de las grandes hojas de la mata de plátano.
En lo más hondo del bosque,
el pájaro carpintero
y el sonido del hacha.
Buson
El sonido del mar distante, el viento en un alto pino, el retumbar del hacha en el profundo barranco del bosque, son cosas demasiado grandes para el oído del hombre. Buson, atento, escucha el cercano toc toc del pájaro carpintero y, en la distancia, débil pero nítido, el resonante sonido
del hacha tosca, sus pesados golpes
Son la naturaleza y el hombre en su labor constructiva y destructora, de vida y muerte: aquí, allá, incesantes, por doquier. Podemos citar una vez más los versos de Shelley en Para Jane:
Hasta al vivaz pájaro carpintero
le suaviza su sonido
la inviolable calma.
***
El pájaro carpintero
sigue en el mismo lugar:
acaba el día.
Monotonía y aburrimiento. ¿En esta estrofa Issa se está representando a sí mismo como poeta?
Santa Bárbara
El olor de las velas
y las manzanas
Día de Changó
Más alto que el tambor
se escucha el trueno
Cada 4 de diciembre se celebra en Cuba el Día de Santa Bárbara y de Changó. La primera forma parte del santoral del catolicismo; el segundo es una deidad de la religión yoruba. Los esclavos que fueron traidos de África, para cumplir con sus dioses y evitar el castigo de los amos, adoraban a Changó en la imagen de dicha santa.